Yo
solía ver el mundo del revés. Me hacía pequeño conforme los demás crecían y así
quería quedarme, para siempre, porque siendo como era ya un ávido observador,
aquellas caras inexpresivas y esa falta de visión no podían augurar nada bueno
a la madurez. Un libro cambió mi vida, pero yo no sabía que precisamente a
través de él yo me convertiría en adulto. Se llamaba “Historias vividas”, y era
un tratado sobre la selva. Una de sus láminas me llamó tanto la atención que
quise convertirme en pintor. Pero ese sueño fue desterrado de golpe al no ser
reconocido mi talento por mis mayores, que desdeñaron la idea, porque no era
seria. Me aseguraron que para crecer era necesario ser serio, y aunque no dejé
de ver el mundo a mi manera, pues era aviador, la imaginación no podía ser
buena compañera de viaje, así que la dejé en tierra, y acabé por olvidarla.
Un
día me estrellé en mitad del desierto. Y mi imaginación me encontró a mí de
nuevo, en forma de niño de cabellos dorados ataviado con una
vistosa capa. Me empeñé en tener un diálogo normal con él para esclarecer el
enigma de su presencia, pero él me llevaba lejos, muy lejos, de regreso a mi
infancia cuando yo quería ser artista. Empecé a seguir su lógica y hallé
respuestas mucho más sencillas, mucho
más puras. Él me hablaba de corderos, de bozales para corderos, de peligrosos
baobabs, de habitantes de otros planetas demasiado parecidos a los humanos. De
flores con espinas, delicadas y caprichosas. Su risa era la vida misma. Siendo
un niño, había vivido mucho más que yo. Yo me había perdido en un lugar
desconocido, pero al estar con él me di cuenta de que había empezado a perderme
mucho antes. Cuando él siguió su camino, me sentí más solo que nunca.
No
me extrañaría que algún día os encontrarais con él. Espero que así sea, porque
tal vez, si estáis lo suficientemente despiertos y dispuestos a escuchar, podáis
ver lo que tenéis delante, antes de que adquiriera mil nuevos significados sin
verdadero sentido. La pureza y la belleza de las cosas más sencillas, en la
clara mente de un niño.
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